La Teoría del Todo

El humano siempre ha encontrado al misterio existencial como la curiosidad más innatamente pletórica y rebosante no olvidemos también adherirle su justo toque de temor; y es que a través de los milenios de la historia humana, la verdad de semejante misterio sigue permaneciendo como un enigma, encriptado por las variaciones de los principios universales desarrolladas desde su propio génesis, o al menos el humano así lo cree.

A medida que el tiempo transcurre, la mente humana cada vez comprende más que sabe menos de lo que puede ser y haber de la existencia. Y es este mismo razonamiento que en la lógica humana vislumbra un destello el cual contempla a la realidad como infinita, siendo este el adjetivo que mejor la ha descrito. Sin embargo, el hecho de creer que el misterio del universo es infinito, no desalienta la curiosidad del ser humano, al contrario, la anima y la inspira a conocer todo lo que pueda, porque al final de cuentas, conocer es un acto que sucede inevitablemente en la consciencia, y el humano se da cuenta que él mismo puede incrementar y contribuir a ésta capacidad universal.

Uno puede sentarse ante el monitor de su ordenador y buscar en internet las respuestas que uno espera le resuelvan todas sus dudas existenciales, no obstante, el compendio de conocimiento humano es extraordinariamente exuberante entre todas sus variadas perspectivas, que resulta ser abrumador tratar de comprender su vasta abundancia de información.

Hoy en día, el humano busca conectar todas esas variaciones del conocimiento separado, en una sola constante, donde a decir verdad, lo único que se obtiene siempre son aproximaciones de lo que la realidad puede ser; sin embargo, son esas aproximaciones las que trazan la senda hacia la realización del propósito evolutivo que valen la pena en su más ínfimo detalle.

"El Todo es más que la suma de sus partes."
-Aristóteles

Es inexorable; el conjunto de las unidades produce una propiedad emergente que los elementos que la componen por si solos no poseen, es decir, al unir las piezas del rompecabezas se obtiene una imagen que cada pieza por si misma no muestra.

Podemos ver este fenómeno en los átomos al unirse generando moléculas con nuevas funciones, y éstas se unen generando células con funciones más complicadas, hasta que el conjunto de células forma un ojo que percibe colores y formas. Así por ejemplo, el ojo en conjunto con otros átomos dedicados a formar un lóbulo occipital y otros una corteza pre-frontal, nos da el resultado de una consciencia que percibe y conoce una realidad visual claro sin dejar a un lado los demás órganos y sistemas biológicos que permiten la completa funcionalidad orgánica del sujeto perceptivo.

Es la incorporación de la vasta cantidad de componentes que no deja que la información sea desapercibida por el inconsciente, y su conjunto de estímulos llega a pasar por el umbral, donde la información es de-codificada y traducida a un punto comprensible para el organismo (su consciente).

Lo mismo sucede con nuestra perspectiva colectiva de la realidad. Una extrapolación existe entre las funciones fenomenales como noumenales.

La ciencia ha llegado a dividir las diferentes perspectivas de la existencia en disciplinas naturales, sociales y computacionales que a su vez, estas son divididas en sub-disciplinas, para dar oportunidad a los individuos de especializarse en algunas de ellas, pues es un amplio reino de información. Pero la ciencia no puede evitar notar como las diferentes disciplinas muestran atributos esenciales que aplican a las demás disciplinas.

Entonces demos un repaso a lo que las teorías dicen, y tomemos su esencia para hacer una posible conexión de todos los temas.

      La realidad virtual: Una simulación existencial

Entendemos que la realidad es percibida físicamente por el humano como figuras, y que tales son compuestos geométricos; por tanto, las figuras están hechas y relacionadas por nodos y líneas. Ésta última afirmación es lo que propone la teoría de las gráficas, pues ciertamente las escalas atómicas se pueden definir y graficar con coordenadas (x, y, z) en el espacio independientemente si el espacio está ocupado por átomos o no.

La cibernética nos afirma cómo todo funciona en términos de datos, debido a los procesos con los que la realidad opera y evoluciona; entre ellos: la recepción, el procesamiento, la emisión, la realimentación, etc., por consiguiente, se pueden considerar los elementos del plano físico como bits de datos que la consciencia decodifica y transforma en información como un criptoanálisis biosemiótico hecho por el inconsciente.

Pero, qué es la consciencia sin un orden. La teoría general de sistemas nos afirma que toda la información del alrededor esta sistematizada, dicho de otra manera, tiende a organizarse en compartimentos, a pesar de la condena entrópica. Mientras los sistemas van actualizando la organización de sus modelos, el pensador emocional en este caso: nosotros concibe un grado significativo de diferencia entre materia inerte (desorganizada) y materia animada (organizada); a ésta última se le reconoce la capacidad de Autopoiesis. Pero la entropía física tiene como función llevar a todos los sistemas a su equilibrio térmico, haciendo una realidad termodinámicamente homogenea. Ésto es el caos o aleatoriedad; y en su hipotético estado absoluto no permitiría a ningún sistema desarrollarse, sin embargo, la cibernética implícita en la entropía llega a oponerse a ésta última, a través de las variaciones producidas por la asimetría distorsión espacio-temporal (estudiese la Ruptura espontánea de simetría). En tales variaciones la cibernética encuentra brechas de perturbación para poder hacer su propio orden a través de bucles de realimentación y emanar una mente que experimente la relativa localidad de la separación y la individualidad espacio-temporal; es decir, un momento en un lugar.

Entonces la teoría de la información nos habla de la homeostasia y la neguentropía, que éstas por definición se oponen ante los dictados propios de la entropía, ordenando la materia y energía en compartimentos cada vez mas complejos; éste orden surge gracias a la neguentropía contenida y configurada en un determinado cuerpo por la información y su cualidad homeostática en aras de ofrecer modelos cada vez más actualizados, con su tendencia a simplificar lo complejo.

Después, concebimos la similitud ínter-disciplinaria entre autopoiesis y neguentropía; donde la autopoiesis utiliza homeostasis para mantener en balance al metabolismo que sustenta la vida animada del organismo. Dentro de la sucesión histórica universal bajo el foco de la física clásica, la distribución energética de la entropía ergo, el progreso secuencial de la flecha del tiempo ha permitido la evolución de los organismos, desarrollándose en instinto, emoción e intelecto.

Todas estas descripciones son correspondientes a modelos matemáticos que pueden verbalizarse con el progreso de la lingüística en sumatoria a los paradigmas científicos y filosóficos, llevando al conjunto neuronal a su proceder evolutivo en su manera de ser, percibir y hacer las cosas, dicho de otra manera, a medida que conocemos nuevos patrones (fenomenales o noumenales) inventamos nuevas palabras para reconocerlos, y nuestro complejo neuronal refleja el nuevo conocimiento en su estructura inevitablemente cambiando nuestra conducta. La consciencia humana es una catarsis entre percepción y perspectiva, y ésta ofrece un modelo noumenal sobre lo que observa, lo que busca, y lo que actúa. No obstante, la duda reincide aún en saber qué es primero ¿la consciencia o la materia?, y más importante aún ¿serán las dos la misma cosa?

      La recursión existencial: Las paradojas pueden reconciliar

Se ha hablado de dos teorías opuestas: el idealismo y el materialismo; tratando éstas de afirmar que la realidad es un derivado de la consciencia o que la consciencia es una propiedad emergente de la realidad, respectivamente. Éstas en superposición pueden afirmar la dialéctica Hegeliana, la cual podría ser el corazón entre física clásica y física cuántica, y la comprensión del origen, ya que tal dialéctica teoriza que la tesis, antítesis y síntesis es decir, las "contradicciones" y su "remedio" se pueden resolver tanto en concepto (idea) como en cosa (material). La dialéctica Hegeliana pone en un mismo plano: al ser (el todo - tesis) y al no ser (la nada - antítesis) para obtener el devenir (algo - síntesis).

El materialismo apoya la idea de la epifenomenología, la cual indica que la consciencia es una propiedad emergente de todas las funciones e interacciones que hay: en y entre los elementos que componen al sistema respectivamente como lo puede afirmar la teoría mecanicista, sin embargo, su antítesis sería el idealismo, el cual se identifica con el pampsiquismo, el cual afirma que todo es mente, y que en realidad la materia es un derivado de la consciencia y no al revés indicando que puede haber el telos (propósito) de la realidad.

No obstante, aquí se requiere una síntesis, y ésta involucra tanto las ecuaciones matemáticas de las leyes naturales que describen la moción y propiedades del universo como las ecuaciones matemáticas que no concuerdan con las leyes y constantes de este universo que el ser humano experimenta. La física clásica nos afirma que sólo hay una entropía desempeñandose en armonía con las leyes universales, y por tanto, todo es un mecanismo establecido en la relojería universal, en el que la voluntad no existe. Pero la física cuántica nos afirma que hay una infinidad de entropías (omni-entropía) que el humano no percibe de manera fenomenal, sin embargo, de manera noumenal el ser humano puede concebir algunas en su imaginación; otras definitivamente no tal vez aún no. Sin misterio se acaba la realidad. La mecánica cuántica refuta la pregunta: "¿existe el destino?", partiendo de la afirmación de que existen infinitos destinos, y que cuando el humano ve con su imaginación las diferentes posibilidades más próximas a nuestra realidad, esta llevando a la consciencia colectiva a otra dirección espacio-temporal, materializando branas, sin cesar de existir el destino que ya no nos corresponderá.

La física clásica es lo que observamos desde la interacción de las moléculas y las células hasta la interacción de las galaxias, y la materia y energía obscura. La física cuántica es lo que observamos desde la interacción de los átomos hasta la interacción de las teorizadas cuerdas rememorando que los átomos una vez fueron también supuestos, y ahora son una realidad, pero la mecánica cuántica nos ofrece una realidad que opera muy distinto a la realidad que percibimos; la noción de espacio-tiempo que encontramos en ella le es a la consciencia humana aparentemente incoherente. "¿Cómo puede ser que el futuro ya pasó antes, el pasado va a suceder después, y las cosas pueden estar en el mismo espacio o en dos lugares al mismo tiempo? ¡¿Cómo?!" parafraseando las preguntas que dejaron perplejos a grandes mentes como Einstein, Bohr, Schrödinger, Heisenberg, Riemann, Kaluza, y mucho otros más.

El materialismo nos dice que la consciencia emerge de las estructuras materiales ordenadas para producirla, y por razones lógicas, de acuerdo a la física clásica, fue necesario el transcurso del tiempo para que estas estructuras se pudieran formar, organizar y después dar el resultado emergente de la consciencia. Pero tales estructuras están compuestas por elementos que en las escalas más ínfimas el tiempo no funciona de la manera mencionada por la física clásica. Ésta es la gran paradoja. Ya que en la estructura formada de donde viene la consciencia está contemplado el universo desde el principio hasta su fin, confinado en todo espacio-tiempo o momento presente de la física clásica. Y debido a las relaciones que hay entre la omni-entropía y las propiedades del vacío, se hace la siguiente conclusión, donde: la entropía es experimentada a través de la moción de los materiales (ser - todo - tesis) que podemos percibir, el vacío contiene la omni-entropía que la mente no puede percibir pero si imaginar (no ser - nada - antítesis), y la consciencia es el nivel intermedio (devenir - algo - síntesis) que concibe la dialéctica en ambos polos opuestos de la realidad, y se percibe así misma en un mundo de actualización, siendo ésta el resultado del colapso entre la tesis y la antítesis.

Entonces, la síntesis aquí es que la tesis y la antítesis ambas son reales. La epifenomenología es real, y el pampsiquismo es real; lo relativo es real, y lo absoluto es real; lo subjetivo es real, y lo objetivo es real. Una idea errónea de la mente, es irreal en nuestra física clásica por no converger en la manera que ésta funciona, sin embargo, es real en otra localidad fijada en las coordenadas de la omni-entropía confinadas en la mecánica cuántica.

      La teoría del todo: Una teoría de la nada

Para concluir, primero hay que hacer una relación entre nuestra realidad y la manera en como funcionan los ordenadores. Recordando que el transistor es la forma más simple de un procesador de datos en las computadoras; básicamente es un interruptor que puede bloquear o abrir el camino a la información que va pasando. Esta información consiste en bits los cuales pueden ser vistos como 0 o 1, cuya manifestación física consiste en la corriente eléctrica 0 cuando no hay paso de electrones, 1 cuando lo hay. Los transistores integrados se convierten en puertas lógicas para el procesamiento de información un poco más compleja en circuitos de conmutación. Finalmente la integración de los circuitos nos da como resultado: un chip, el cual su sistema operativo del código binario codifica los datos, y los proyecta en la imagen holográfica que percibimos en el monitor.

De la misma manera puede ser visto nuestro universo. Donde los circuitos integrados son una analogía a alguna clase de artefacto omni-dimensional con su representación entre lo astronómico y lo infinitesimal antropo-fisiológica: el cerebro, el cual, con sus órganos de la percepción, proyecta a través las branas y las cuerdas el universo holográfico tridimensional que concebimos.

Por lo que se vio hace 4 párrafos, la entropía hace alusión al ser y la omni-entropía al no ser, es decir, la nada. La lógica indica que la nada, no es nada en absoluto, sino infinitamente todo lo que nuestra entropía universal no es. Dicho de manera redundante, todo es todo lo que experimentamos, y nada es todos los todos que no experimentamos. Sin embargo, a pesar de que la nada es todos los todos, desde nuestra perspectiva ésta es paradójicamente en su máximo sentido: vacía.

Se considera una diferencia entre el espacio y el vacío. No puede existir espacio si no existe materia que lo habite, y cuando no hay materia, el espacio no es tal sino vacío (0), es decir, la materia (1) en realidad es una ondulación del vacío transformándose en espacio habitado, y aquí constituye la esencia del bosón de Higgs: la propiedad que le da masa a la materia la excitación del campo que genera partícula; tal excitación puede ser representada por el 1 del código binario, y su estado sin perturbación por 0.

Entonces imaginemos en una gráfica donde el vacío es 0, y cuando la materia pasa por éste espacio alterna en 1. Otro ejemplo mental es el siguiente: imagínese el vacío representado con una tela plana, y cuando se coloca una canica sobre la tela lisa, esta se dobla donde la este posicionada la canica. El doblez es el espacio y la materia simultáneamente.
Figura 1

Recordemos la ilusión de la materia. Sabemos que la materia esta constituida por átomos, y estos por protones y electrones. Un átomo en realidad es 99.99% vacío, ya que el porcentaje restante es la masa del electrón y el núcleo; lo cual quiere decir por tanto, que nosotros somos 99.99% vacío. Pero uno se preguntará, cómo podemos ser 99% vacío y sentir la densidad
del cuerpo. La respuesta es muy sencilla. El núcleo de protones y neutrones es el eje central del átomo, donde el electrón es la sub-partícula que se traslada a su alrededor (véase figura 1)
. Tal traslación es tan rápida para nuestra perspectiva, que llena absolutamente todos los espacios, de la misma manera que cuando uno agita la mano de un lado a otro rápidamente se observan varias manos al mismo tiempo cuando en realidad sólo hay una. Esto es lo que genera la ilusión de densidad del átomo.

Pero aun se concibe más extraña la realidad, cuando observamos que todas las sub-partículas como los electrones y los quarks son en realidad energía condensada (bosones) en una frecuencia baja. Recordemos que la energía es movimiento, y al llegar a ese rango infinitesimal de holón, la materia esta en realidad constituida por puro movimiento, no existe ninguna masa, pues la masa generada es el reflejo del movimiento puro. La materia es sólo una aproximación, pero no es lo que es en nuestra experiencia cotidiana. Le pedimos al lector que trate de imaginar su brazo moviéndose, y posteriormente, que imagine el movimiento sin el brazo. Esa es la idea exactamente que se obtiene de esta conclusión: nada.


La nada esta en todo y todo esta en la nada. Es un bucle inexorable.

Entonces concluimos parcialmente, que la realidad es y no es. Es todo y nada, 1 y 0, materia y energía, espacio y tiempo, onda y partícula, epifenomenalismo y pampsiquismo, materialismo e idealismo, tesis y antítesis, tu existes y no existes. Esta es la síntesis. La inconcebible naturaleza de la naturaleza. La superposición de los polos opuestos. La reconciliación de las paradojas.

No hay una respuesta definitiva; el porqué objetivo de la realidad es único e inexistente, y el porqué subjetivo de la realidad es múltiple y existente, ambos infinitos. En palabras de Feynman: "tengo que detenerme en algún lugar, y dejarte algo para imaginar".

-The Void- 


Sigueme en Twitter

@TheVoidTypes

Comments

Popular posts from this blog

La Providencia de las Dimensiones: La Síntesis

The Multiverse Realm

La Neguentropía lo contradice Pt. 1: La paradoja ontológica